Los avances tecnológicos e industriales en el Planeta Tierra han logrado una indiscutible mejora de algunos indicadores. Todo ello se traduce en incrementos progresivos del bienestar y la esperanza de vida. Estos beneficios han venido acompañados de unos ‘efectos colaterales’ como la pérdida de biodiversidad, deterioro, contaminación de los ecosistemas y crecimiento de enfermedades crónicas ambientalmente relacionadas. Iniciamos gran parte de los habitantes del mundo rico hace unos 70 años un proceso de desconexión de la Naturaleza, y nos hemos ido desconectando poco a poco del mundo que nos sustenta.
Hemos construido una sociedad que sedimenta su sustento en una economía muy extractiva del medioambiente. A corto plazo, no va a ser fácil generar nuevos modelos más sostenibles y resilientes.
Juan Ant Ortega García
Necesitamos establecer una relación más híbrida y recombinante con la Naturaleza que nos permita atisbar nuevas posibilidades de emprendimiento y de negocio. Esta transformación ecosistémica de la política regional requerirá liderazgos valientes, el desarrollo de nuevos perfiles profesionales y nuevos modelos energéticos, comerciales y de emprendimiento social. Este proceso se acompañará de una mayor presencia del medioambiente en la gobernanza, y una redistribución sustancial de los recursos y de amplios cambios sociales. Estos, ya están en marcha.
Proteger la salud y proteger el medioambiente son conceptos indisolubles e inseparables.
Juan Antonio Ortega García y Josep Ferrís i Tortajada
Es necesario emprender cambios a través de un nuevo contrato social con la Naturaleza, que nos enseñe a no dejar rastro, basado en el respeto y reciprocidad.Esta visión requerirá la audacia e ilustración ecológica de una sociedad cada vez más activa y con deseos de participar para superar a poderosos intereses creados.